Si tuviera que hablar en un artículo de la sobreprotección actual de los menores, me llevaría días y días escribiendo y reflexionando al respecto, podría ser un artículo casi interminable.
Pero hoy me apetecía hacerlo sobre un factor importante en la crianza y sobreprotección de nuestros menores, que es “el dejarles hacer”, darles su espacio para que se desarrollen en un ambiente natural sin la supervisión del adulto que guía cada paso y que de forma inconsciente limita su desarrollo. Es importante que el crecimiento sea lo más natural posible para que enfrenten por si solos o por si solas los desafíos del día a día, que tengan la capacidad para elegir y equivocarse que es esa precisamente la mejor enseñanza.
Como digo son muchos los factores que influyen en el crecimiento y autoestima de nuestros menores y en su desarrollo hacia la adultez, pero leyendo al investigador y psicólogo social Jonathan Haidt en su libro “la generación ansiosa” me lleva a reflexionar en particular sobre la evolución del comportamiento de padres y madres en el siguiente aspecto.
Seguramente quienes lean esto y pertenezcan a la generación Baby Boomers y si me apuran a la generación X recordaran que cuando acudíamos al colegio en primaria a veces (la mayoría de las veces) lo hacíamos solos o acompañados por algún vecino o amigo compañero de clase y ese espacio nos capacitaba para ser más autónomos en nuestro día a día, afrontando peligros diversos, a la vez que nuestros padres sentían que podían confiar más en nosotros. ¿Qué a cambiado entonces?, padres y madres ahora no solo acompañan a sus hijos al colegio sino que esperan para verlos entrar, y una vez que entran incluso se aferran a la valla del centro para dar un último adiós a su hijo o hija como si nunca mas lo fueran a volver a ver y si me apuran seguro que de poder entrarían hasta en la clase para ese último adiós.
¿Por qué ese comportamiento? Si antes íbamos solos al colegio ¿Por qué ahora no le damos a nuestros hijos ese espacio que necesitan?, ahora y no me equivoco está mal visto que el niño o la niña acuda al centro sin la supervisión del adulto, no serán pocos o pocas los que critiquen que el menor acuda como digo por sus propios medios al centro escolar, se hablaría entonces de abandono y de dejadez por parte de sus padres o tutores.
¿Somos mejores padres o madres ahora que antes?, ¿queremos más a nuestros hijos de lo que nos querían nuestros padres a nosotros?, está claro que socialmente hemos cambiado, han cambiado los tiempos por supuesto, pero lo que no ha cambiado es que nuestros hijos necesitan arreglárselas por si solos en ciertos momentos para socializar y desarrollarse de forma plena, como digo hay muchos más factores que afectan al desarrollo del menor pero hoy me detengo en este, en el acompañamiento y la supervisión en el día a día en cada paso que dan y pongo por ejemplo este que comento del acompañamiento al centro escolar o marcaje como quieran llamarlo por parte del adulto, padre, madre o tutores.
Sin duda este comportamiento pertenece a un desarrollo psicosocial al que nos hemos visto abocados por ciertos factores que influencian dicho comportamiento.
Como digo, los niños necesitan desarrollarse en ambientes naturales, deben de gestionar sus conflictos con otros niños por si solos, deben de aprender la capacidad de negociar, de respetar y en definitiva deben socializar por si solos sin que a cada momento interceda el padre, madre o tutor. Todo lo contrario, afecta al crecimiento del menor y a su autoestima de forma negativa, haremos futuros adultos sensibles, menos capaces, con baja autoestima y con muchas dudas sobre si mismos. Así que para quienes piensan que actúan de forma correcta cuestionen un poco esto que les digo.
Si, ya se que vivimos rodeados de miedos, y que en el fondo esa es la cuestión, pero la mejor manera de vencer nuestros miedos es exponiéndonos a ellos.

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Comentarios
Pues bastante de acuerdo contigo. Es una lucha social que llega incluso al término de la familia, ya que en mi propio caso yo estoy más abierto a dar más libertad, pero su madre no tanto, le cuesta más. Evidentemente, pienso como tú, que la sobreprotección no les beneficia a los niños de hoy. Gracias por tu reflexión.
Gracias por tu feedback Lolo y por tu opinión.