“EL TRIÁNGULO MÁGICO”.
Motivación – Fuerza de voluntad - Hábitos
Motivación es el conjunto de razones, estímulos o fuerzas internas y externas que llevan a una persona a iniciar, mantener o dirigir una conducta hacia un objetivo. Es decir, aquello que nos impulsa a actuar.
Su origen etimológico viene del latín motivus (“que mueve”) y del sufijo -ción (acción y efecto), a su vez, motivus deriva de movere (“mover”). Podemos decir que motivación es lo que nos mueve a la acción.
Hasta no hace mucho pensaba que la motivación era el motor de todo lo que hacía en la vida, hasta que aprendí y me di cuenta de que existe un triángulo “mágico” compuesto por motivación, fuerza de voluntad y hábitos.
Un hábito es una costumbre, algo que haces de manera repetida hasta que casi te sale automático. Puede ser bueno (como hacer deporte o leer antes de dormir) o malo (como morderse las uñas). Seguramente estés queriendo o hayas querido adquirir algunos hábitos en tu vida que sabes que te servirán de gran ayuda o te harán vivir de forma más plena e incluso que te harán mejor persona, pero resulta que… algo falla, porque una vez que sientes la motivación empiezas y al poco tiempo terminas casi donde empezaste.
¿Qué falla entonces?, sientes motivación, la fuerza necesaria para arrancar, quieres crear el hábito, pero no consigues que se consolide.
Como te comentaba es un triángulo “mágico” por que con este triángulo puedes conseguir cosas increíbles que precisamente has creído que no eran para ti o que llevas tiempo soñando hacer, falta una pieza importante, solo he mencionado dos, falta la fuerza de voluntad.
La fuerza de voluntad, es ese empujón interno que te das a ti mismo para hacer algo que te dé pereza, que te cueste trabajo o que no tengas ganas de hacer, es como esa voz que te dice: “Venga, hazlo, que lo necesitas”, y te ayuda a no rendirte.
¿Y si no tengo fuerza de voluntad como puedo trabajarla?, pues precisamente con el hábito, es paradójico, pero es así. Tienes que tener motivación para arrancar, cambiar pequeños hábitos ayudado de pequeñas dosis de fuerza de voluntad, esas combinaciones generarán una fuerza de voluntad consolidada que darán paso a los hábitos y esos hábitos a tus metas y como he dicho anteriormente aquello que te propongas pasará a no costarte nada porque lo transformarás en algo automático. Piénsalo, tiene su sentido.
Cuidar tu cuerpo, tu vida en general, tus relaciones, todo está compuesto por hábitos, intenta que estos hábitos sean buenos.
Con este triángulo “mágico” te aseguro que puedes conseguir aquello que te propongas.
La magia no está en esperar el momento perfecto ni en confiar solo en la inspiración del día. La magia está en comprender que la motivación te enciende, la fuerza de voluntad te sostiene y los hábitos te transforman.
Cuando este triángulo se equilibra, lo imposible empieza a parecer alcanzable y lo que antes era un esfuerzo acaba convirtiéndose en parte de ti.
Así que no te preguntes si eres capaz, pregúntate más bien qué pequeño paso puedes dar hoy con motivación, con un poco de voluntad y con la confianza de que, repitiéndolo, se convertirá en hábito. Ahí está el verdadero poder del triángulo mágico, en convertir tus sueños en acciones y tus acciones en tu nueva forma de vivir.
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